Las emisiones de metano en Brasil crecieron 6% en cuatro años, alcanzando un total de 21,1 millones de toneladas en 2023, según un estudio divulgado por el Observatorio del Clima, red de científicos que reúne 162 institutos de investigación, organizaciones y movimientos sociales vinculados a la agenda ambiental.
La principal fuente de este gas —que tiene un potencial de calentamiento mucho mayor que el dióxido de carbono— es la actividad agropecuaria, en particular el rodeo bovino brasileño. Solo en 2023, las fermentaciones entéricas del ganado (los eructos) fueron responsables de 14,5 millones de toneladas, es decir, más de dos tercios del total.
En segundo lugar se ubicaron los residuos (como desechos orgánicos en basurales), con 3,1 millones de toneladas; seguidos por las emisiones derivadas de cambios en el uso del suelo y los incendios forestales (1,33 millones de toneladas). Más atrás se encontraron el sector energético (0,55 millones de toneladas) y los procesos industriales y uso de productos, incluyendo fugas en la cadena de petróleo y gas (0,02 millones de toneladas).
Brasil ocupa actualmente el quinto lugar entre los mayores emisores de metano del mundo, detrás de China, EEUU, India y Rusia. En 2021, el país firmó el Compromiso Global del Metano durante la COP26 en Glasgow, junto con más de 150 naciones. Sin embargo, según el Observatorio del Clima, “no hizo casi nada para implementar el compromiso”. Fuente: Valor Económico