Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), los precios de la carne en España han experimentado un alarmante incremento del 12% en los últimos 12 meses, situándose en sus niveles más altos de la última década. Este encarecimiento, muy superior a la subida general de los alimentos que se situó en casi 6% en setiembre, está generando una creciente preocupación tanto entre los consumidores como dentro del propio sector ganadero.
La situación responde a un desequilibrio estructural entre la oferta y la demanda, agravado por varios factores concurrentes. Por un lado, la demanda se mantiene elevada, mientras que el número de cabezas de ganado bovino continúa disminuyendo de forma significativa en todo el continente europeo, informó La Razón.
Los datos oficiales de Eurostat revelan la gravedad de la situación en España, donde entre enero de 2024 y enero de 2025 se perdieron 121.000 cabezas de ganado bovino. A nivel europeo, la tendencia es similar y aún más pronunciada, con una reducción de 1,7 millones de cabezas entre 2021 y 2024.