La disponibilidad de hacienda para faena continúa cayendo y los frigoríficos trabajan con casi 10 puntos menos de capacidad que el año pasado. La contracción del rodeo y las trabas a la importación agravan la ociosidad industrial.
De acuerdo con el informe del Instituto de la Carne de EEUU, “los frigoríficos operaron al 77% de su capacidad durante la primera semana de octubre, frente a 85% un año atrás”. Varias plantas redujeron turnos o acortaron jornadas ante la escasez de animales listos para faena. La falta de ganado responde a un ciclo ganadero contractivo y a condiciones climáticas adversas.
El informe advierte que “cuanto más se prolongue la suspensión de importaciones (desde México), mayor será el impacto económico”. Con un rodeo reducido, márgenes negativos y menos turnos, la industria enfrenta un escenario de alta vulnerabilidad, incluso cuando la demanda de carne vacuna sigue mostrando resiliencia.
