La producción de carne bovina en Brasil podría registrar una caída de 5% a 6% en 2026, tras tres años consecutivos de fuerte faena de hembras, según la última proyección del Rabobank. El ajuste en la oferta, junto con la menor disponibilidad de terneros, deberá sostener precios altos del boi gordo al menos hasta 2028, impactando la disponibilidad de ganado terminado.
El RaboResearch estima que la producción totalizará 10,5 millones de toneladas equivalente carcasa, reflejando la menor oferta tanto de machos como de hembras y un cambio en el foco de los criadores hacia la recomposición del rodeo. La recuperación en los precios del ternero es uno de los principales indicadores de ese nuevo ciclo ganadero.
En el mercado doméstico, los precios del boi gordo vienen en alza desde el segundo semestre de 2025. En octubre, los contratos futuros para febrero de 2026 superaron R$/@330, lo que implica una expectativa de aumento de hasta 10% frente al mercado físico.
Rabobank señala que la valorización se apoya en la menor oferta y en la demanda firme, tanto interna como externa, aunque advierte que el consumo minorista podría migrar hacia proteínas más baratas, como pollo y cerdo, ante el encarecimiento de la carne vacuna.