El avance de la gripe aviar altamente patogénica llevó a más países europeos a confinar millones de aves para protegerlas de contagios por aves silvestres infectadas. Irlanda se sumó el pasado miércoles 5 a la lista, imponiendo una orden nacional de alojamiento obligatorio, tras confirmar su primer brote en tres años, informó Reuters.
La enfermedad, que en los últimos años provocó la muerte de cientos de millones de aves y recientemente se expandió al ganado lechero en Estados Unidos, vuelve a generar preocupación en el sector avícola y entre las autoridades sanitarias, ante el riesgo de transmisión humana y el impacto en los precios de los alimentos.
Según Nigel Sweetnam, presidente del Comité Nacional de Aves de la Asociación de Agricultores Irlandeses, el patrón actual es “muy preocupante”, ya que el virus llegó un mes antes de lo habitual y se detectó en nuevas regiones del país.
Francia, Reino Unido, Países Bajos y Bélgica ya adoptaron medidas similares en las últimas semanas. En total, 15 de los 27 países de la Unión Europea han registrado brotes en granjas durante la actual temporada, lo que refuerza la alerta sanitaria en el bloque.
La actual temporada de gripe aviar registra un número excepcionalmente alto de brotes en Europa, con 688 focos confirmados hasta el momento, frente a 189 en el mismo período del año pasado, según datos de la plataforma francesa de vigilancia sanitaria animal. El aumento coincide con la migración otoñal de aves, período en que la enfermedad suele alcanzar su pico.
Alemania es el país más afectado de la Unión Europea, con 58 brotes en granjas entre agosto y octubre, de un total de 136 casos contabilizados en la UE y Reino Unido, muy por encima de los ocho registrados en la temporada anterior.