El shutdown del gobierno de Estados Unidos alcanzó el pasado jueves 6 su día 37, convirtiéndose en el más largo de la historia del país. El bloqueo presupuestario, generado por la falta de aprobación del nuevo presupuesto federal, ya provocó un impacto económico estimado en más de US$ 7.000 millones, según cálculos oficiales y de consultoras privadas.
El Departamento de Agricultura (USDA) opera con servicios mínimos, afectando la atención en créditos rurales, seguros agrícolas y programas de asistencia técnica. En un comunicado, el organismo advirtió que la paralización compromete también el programa de asistencia alimentaria SNAP, la inspección de alimentos, la protección sanitaria animal y vegetal y la gestión de tierras federales.
Una de las consecuencias más sensibles para el agronegocio es la ausencia de datos oficiales. La falta del informe mensual de oferta y demanda mundial de granos (WASDE) dejó a productores, traders y analistas sin una referencia clave sobre producción, consumo y exportaciones, lo que genera incertidumbre en la formación de precios internacionales.
En octubre tampoco se publicó la primera proyección global de producción, consumo y comercio internacional de las principales carnes para 2026.
Según el consultor Carlos Cogo, no existe otro organismo con la misma precisión y alcance que el USDA: “Nada sustituye la consistencia de los datos estadounidenses”, señaló. El departamento prevé retomar la publicación de sus reportes el 14 de noviembre, aunque el mercado ya evidencia divergencias sobre los niveles reales de cosecha, exportaciones y stocks.
Fuente: Estadão